El terror en las ciudades de Madrid: el fantasma de Manzanares y la bruja de Cercedilla

Cada pueblo tiene sus propias historias y leyendas de aparecidos

Los celtas creían que cada año durante la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, la línea entre el mundo de los vivos y los muertos se desvanecía y los fantasmas podían cruzarla. Durante la fiesta de Samhain, apaciguaban a los espíritus con ofrendas y dejaban un asiento vacío en la mesa para las almas de sus familiares fallecidos.

Pero hay espíritus que no se conforman con una breve visita durante lo que ahora conocemos como Víspera de Todos los Santos y por alguna razón se quedan en este lado. Leyendas de brujas, vampiros, duendes malvados, casas encantadas y otras entidades misteriosas nos han acompañado a lo largo de la historia. Incluso las ciudades de la Comunidad de Madrid tienen sus propios fantasmas.

Desde que los humanos aprendieron a construir en piedra, las apariciones espectrales han tenido predilección por los castillos. El hermoso castillo de Manzanares El Real, joya arquitectónica de la Comunidad de Madrid, no es una excepción. Se dice que el fantasma de Maricantina, relacionado con los amores prohibidos del Marqués de Santillana, todavía deambula por el castillo.

Algunas leyendas afirman que el fantasma de Maricantina corresponde a María Díaz, una residente de Manzanares juzgada por brujería en 1490. Durante generaciones, los habitantes de Manzanares se han cuidado de portarse bien para evitar la ira del fantasma de Maricantina.

En la montaña de La Maliciosa, se dice que vivía una bruja que aterrorizaba a los habitantes de Cercedilla. Su poder sobrenatural le permitía escalar la montaña fácilmente hasta su guarida en la cima, donde realizaba ritos oscuros y paganos.

Una familia en Orbasa, Torrejón de Ardoz, experimentó fenómenos paranormales después de una remodelación en su casa. Desde objetos desaparecidos hasta sombras y ruidos extraños, los sucesos inexplicables los llevaron a abandonar la casa.

El pueblo de Polvoranca, abandonado en el siglo XIX debido a brotes de malaria, es ahora un lugar donde se escuchan gritos entre las ruinas de la iglesia de San Pedro. Se dice que las almas perdidas de los fallecidos aún rondan el lugar en busca de paz.

El antiguo Hospital Santo Ángel en Navacerrada, después de convertirse en un hospital psiquiátrico y cerrar en 1995, ha sido escenario de numerosos avistamientos de fantasmas y fenómenos paranormales. A pesar de los rituales espiritistas y satánicos, el edificio fue demolido para restaurar el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.

El Alamín, una ciudad abandonada en Villa del Prado, fue creada para proporcionar vivienda a los jornaleros de una finca. Con el paso del tiempo, la ciudad se deterioró y quedó completamente abandonada, convirtiéndose en un lugar de leyendas y fantasmas que atrae a los amantes de lo misterioso.

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